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Este 2020 me cayó el 20: “Necesitaba quedarme en casa”

Foto del escritor: Nayeli PereznegronNayeli Pereznegron

Necesitaba quedarme en casa para valorar a mi familia, para jugar con mis hijos, para realmente disfrutar lo que es el tiempo.


Necesitaba quedarme en casa sin poder abrazar a los que quiero, para valorar algo que antes parecía tan simple como un abrazo. Estas épocas navideñas no necesitábamos regalos, necesitábamos abrazos.

Necesitaba quedarme en casa durante el cumpleaños de mis hijos para darme cuenta de que no necesitan grandes regalos y fiestas extraordinarias para agradecer su vida. No, volvimos a valorar lo ordinario.


Necesitaba quedarme en casa para buscarte, no en la iglesia a la que iba los domingos, porque estuvo cerrada.


Necesitaba encontrarte en mi propia casa, en la intimidad y en lo más mío, donde nunca intenté hacerlo.


Necesitaba quedarme en casa para escucharte, el ruido del exterior no me dejaba hacerlo, así que no solo me metiste en casa, metiste a todos. No había ruido en las calles, no había bares, no había reuniones, y solo en ese silencio pude volver a escucharte.


Necesitaba quedarme en casa para acercarte a ella, para meterte en ella, en mis hijos, en mi familia, y darme cuenta de que tú estás realmente cerca de quien te abre las puertas.


Necesitaba quedarme en casa para empezar a mirar con los ojos del alma las injusticias, el dolor, la violencia, la crisis...


Necesitaba quedarme en casa viendo el dolor de tanta gente que enfermaba, para darte gracias y no solo valorar mi vida, sino buscarle sentido, ese sentido real y profundo que no siempre tienes oportunidad de encontrar.


Este 2021 empiezo renovada y agradeciendo


Porque en el año en que más gente se enfermó, mi familia y yo seguimos sanos a pesar de que también se enfermaron.


Porque en el año en que tantos murieron, yo también perdí seres queridos que me hacen valorar la sonrisa y el abrazo de los que tengo.


Porque en el año en que las mamás tuvimos que ser maestras, tuve los medios para hacerlo, mientras que en los ejidos, los niños dejaron de estudiar por no tener una computadora o una iPad para continuar con su proceso educativo.


Porque en el año en que más escasez hubo, nosotros pudimos tener una cena navideña.

Este año, Dios ha sido tan bueno, que no nos deja terminarlo sin esperanza, con la llegada de una vacuna que nos enciende un poco la luz al final de un año tan oscuro.


Una buena oportunidad también para reflexionar contra qué queremos vacunarnos durante el 2021, no solo contra el coronavirus…


Vacunémonos contra el egocentrismo en el que vivíamos.

Vacunémonos contra el escepticismo en el que vivíamos.

Vacunémonos contra la apatía.

Vacunémonos contra la ingratitud.

Vacunémonos contra la soberbia y contra todo eso que nos impidió valorar lo importante.


Este 2021 no pensemos solo en uno y pidamos que jamás tengamos que volver a necesitar quedarnos en casa para valorar la vida y lo realmente importante.


¡Gracias por tanto aprendizaje, 2020, y recibamos este 2021 siendo mucho más fuertes!

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