top of page

Darnos para verdaderamente dar

Foto del escritor: Nayeli PereznegronNayeli Pereznegron

Cuando uno se encuentra en situaciones especiales  donde el de al lado sufre, el de enfrente lucha por su vida y a la par ves a mamás diariamente entrando al hospital con hijos enfermos y más enfermos te das cuenta de lo efímera que puede llegar a ser la vida, tus ojos no vuelven a ver lo mismo y es tu corazón el que ve desde entonces.


Dentro de esta nueva visión de vida reflexionas mucho. Considero que vivo en una generación donde la mayoría dice creer en Dios, pero publicar cualquier cosa referente a él  "le da oso";  sin embargo "es muy cool" publicar la fiesta y borrachera del fin de semana. A diario me topo con estatus de personas recalcando la envidia o el coraje que alguien a desatado en su vida. He confirmado que la naturaleza del ser humano es juzgar para sentirse mejor, ya qué ver el sufrimiento de otros les recuerda que no están tan peor pero el ver la alegría de alguién más les recuerda "que si lo están". ¿Qué irónico no? Como lo mencionan diferentes autores: los ataques, la crítica y la envidia son un homenaje a quienes más se acercan a lo que significa el éxito para nosotros.


Pero en mi opinión, a este mundo venimos a ser felices, a aprender y a superarnos. ¿Qué estamos dando de nosotros mismos?  ¿Críticas ó chismes? 


“Dar hasta que duela" decía la madre Teresa de Calcuta porque cuando duele realmente estamos dándonos, estamos saliendonos de ese estatus de confort. Por el contrario dar porque alguien te obliga, porque en la escuela de las niñas lo requieren, porque traías cambio en el portavasos del carro o porque es un evento social donde estarán todas tus amigas, sumará para los demás, pero no para nosotros mismos, no para nuestro crecimiento personal.


Y entonces,  ¿porque sumamos para los demás en situaciones que deberíamos sumar para nosotros mismos? ¿En lo que debiéramos comprometernos con los demás? ¿Procuramos no comprometernos demasiado?  Esas son las ironías que vivimos hoy en día.


Hay gente que hasta que toca fondo entiende el significado de la vida, hay gente que ni tocándolo lo entiende; mi respeto y admiración es para todas esas personas que tocando fondo, o no, saben darse a sí mismas, son auténticas, no les importa el qué dirán, dicen lo que piensan y piensan lo que dicen. Se entregan y piden perdón cuando ENTIENDEN que la misma imperfección natural del ser humano las ha llevado a equivocarse; porque la palabra perdón purifica el alma y nos lleva un paso más adelante del ciego que sigue viéndose perfecto.


Ojalá todos tengamos vida para experimentar la sencillez de su esencia y lo increíblemente complicada que el mismo ser humano se la hace día a día.  "Todos queremos cambiar al mundo, pero muy pocos piensan  en cambiarse a sí mismos" decía Tolstol. A lo mejor algún día te des cuenta de que la vida no te pedía que te sacrificaras tanto, que sufrieras tanto o que te juzgarás tanto.


Si no, que simplemente te  pedía que fueras feliz.

Comentarios


IMG_7451.JPG

Recibe todas
las entradas.

¡Gracias por tu mensaje!

  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
bottom of page