¡El tiempo de vivir!

No pierdas tu tiempo en cosas o personas que te envejezcan o que te generen presión.

Vive para ti, nunca para los demás. Haz lo que te guste, atrévete, sueña, lánzate, observa y aprende. Vive, pero vive con una sonrisa; cuando recibes un regalo sonríes y te emocionas, pues eso es la vida: un regalo, recuérdalo siempre. Vive más y trabaja menos...

¿Sabías que, según un estudio de la Universidad de Boston, más del 70% de los pacientes en estado terminal solo cambiarían no haber trabajado tanto?

El trabajo genera dinero, el dinero genera ambición, la ambición genera poder y el poder trastorna al ser humano. Vive y trabaja lo suficiente para tener una vida cómoda y digna, y si te fuiste más allá, si tus capacidades han traído demasiado éxito, tampoco está mal; solo comparte en la misma medida en la que ganas, eso te hará mantener los pies en la tierra y recordar que eres afortunado, pero que sigues siendo un humano rodeado de más humanos que necesitan de ti. Dios solo hay uno y ese no eres tú; así como tú necesitas de Él, muchos necesitan de ti. Que ese trabajo te dé el dinero suficiente para viajar, pero sobre todo que te dé el tiempo para hacerlo.

TIEMPO, palabra en peligro de extinción. Por favor, vive con tiempo para las personas de buen corazón, para los que te quieren y te lo demuestran, para hacer lo que te gusta, pero sobre todo para tu familia. No pierdas tu tiempo en cosas o personas que te envejezcan o que te generen presión, inseguridad e inestabilidad; a esas personas ignóralas, y si están demasiado cerca como para hacerlo, sonríeles y obsérvalas, apréndeles, son tus maestros, recuérdalo, y está en ti lograr ser mejor que ellos. Invierte tu tiempo en aquello que te dé bienestar emocional y físico.

Viaja a donde sea y a donde puedas, pero hazlo, no pasarás por este mundo dos veces, te lo aseguro, exprímelo y sácale provecho... ¡lo tienes aquí! El momento de vivir es hoy, mañana no habrá más tiempo de hacerlo.