top of page
Foto del escritorNayeli Pereznegron

Los niños especiales nacen, los papás especiales se hacen

Hay niños que vienen a este mundo con una gran misión; bueno, yo no los llamaría niños, a mi parecer y basada en mi experiencia son ángeles.


¿Y quiénes son los ángeles?


Seres divinos con mucha luz, movidos por una fuerza superior conocida como amor.


AMOR. No necesitan nada más, ya que estas cuatro letras superan cualquier otra cualidad física que puedan o no tener, cualquier enfermedad o cualquier edad.


Su cualidad es única, ya que el amor no necesita de un cuerpo perfecto para darse, moverse o expandirse; el amor que ellos poseen es simplemente inexplicable y fuera de este mundo, por ello trasciende y permanece porque el amor no depende de un cuerpo para seguirlo sintiendo.


¿Qué otra cualidad tienen los ángeles?


Protegen, cuidan, abrazan…


Por ello, para mí los niños especiales son eso, ángeles, que curiosamente llegan con otros ángeles (sus padres) a complementarse. Sí, la mayoría de estos padres entran en esta categoría, ya que se desviven por retribuir ese amor incomparable que un niño especial es capaz de dar; además los protegen y abrazan para cuidarlos y tratar de fortalecerlos físicamente, sin muchas veces entender que ellos vienen a complementarlos cuidando, abrazando y tratando de fortalecer el alma, esa que no se ve físicamente y que ellos entienden tan bien.


En lo personal, me costó tres años después de que mi hijo falleció entenderlo. Me molestaba incluso escuchar o leer que los papás de niños especiales éramos especiales también o que mi hijo siempre fue un ángel; me refiero a las típicas frases que cuando estás tan herida, en lugar de ayudar, hieren más… ¿Por qué tuvo que ser mi hijo el ángel y no el tuyo? Y hoy, después de tres años, no podría ni siquiera imaginar qué sería de mi vida si ese ángel no hubiera llegado a mis brazos, ya que las lecciones que ellos dan son trascendentales y fuera de este mundo, tal y como ellos lo son.


Nos complementan…


Y así me entero del caso de un bebé que vendrá a este mundo con la mitad de su corazón, pero su alma y el amor no necesitan siquiera de un corazón completo; este bebé ya viene tocando corazones sin ni siquiera haber nacido todavía, y si conoces a sus padres te das cuenta del gran corazón que poseen. Ese niño llegará con la mitad del corazón a una familia que lo que le sobra es eso.


Y así, podría dar más ejemplos; sin embargo, lo que quiero transmitir es que si tienes un niño especial o lo tuviste, no fue porque te tocó, porque hiciste algo mal o porque tomaste un medicamento que no debías.


Si hoy aún te nubla el shock de recibir a un ser que no viene para tus ojos o para lo que la sociedad entiende como perfecto o “saludable”, recuerda que hay seres “perfectos” y “saludables” matando, robando y destruyendo, así que la perfección es relativa, ya que estos seres son perfectos en su ser, su alma, en lo intangible y en lo que verdaderamente importa.


Pasamos años luchando por ser mejores personas, por entender la vida, por encontrar la felicidad y sentirnos plenos, sin reflexionar que ellos llegan a este mundo siéndolo… ellos ya poseen lo que todos quisiéramos alcanzar, por ello son maestros de vida.


Si eres papá o mamá de un niño especial, no pierdas la oportunidad de aprenderle, ya que te dará lecciones que nadie más en esta vida podrá hacerlo, y felicidades por ser también un papá y mamá especial. Con el tiempo te darás cuenta de que has recibido una enorme bendición en tu familia, porque los niños especiales no se hacen, nacen, y los papás especiales no nacen, se hacen.

Comments


IMG_7451.JPG

Recibe todas
las entradas.

¡Gracias por tu mensaje!

  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
bottom of page